Durante esta época del año, la alergia al polen o alergia primaveral es una reacción común del sistema inmunológico a partículas microscópicas liberadas por plantas en floración. Conocer su origen, síntomas que provoca, tratamientos disponibles y la duración típica de sus episodios, es muy útil para prevenir esta afección o llevarla de la mejor forma posible.
Síntomas de la alergia al polen
Para muchas personas, el inicio de la primavera también significa el comienzo de los síntomas de la alergia al polen. Las plantas, árboles y pastos son los elementos de donde sale el polen, el cual puede desencadenar una serie de síntomas incómodos en quienes son alérgicos. ¿Cómo saber si tengo alergia al polen? Si te preguntas si tus estornudos y ojos llorosos son causados por esta alergia estacional, a continuación, se exponen algunos de los síntomas más comunes para que puedas responder a esta pregunta:
- La sensación de picazón en la nariz, los ojos y la garganta.
- Estornudos frecuentes e incontrolables, ya que el polen irrita la mucosa nasal.
- Ojos irritados con enrojecimiento, picazón y lagrimeo excesivo. Esto puede interferir con la visión y provocar una sensación de incomodidad.
- Fatiga y malestar general: algunas personas experimentan fatiga y malestar general como resultado de la alergia al polen. Esto puede deberse a la dificultad para dormir debido a la congestión nasal y otros síntomas, así como a la respuesta inflamatoria del cuerpo al polen.
- Congestión nasal y secreción nasal, lo que dificulta la respiración normal y puede interferir con el sueño.
Si experimentas alguno de estos síntomas durante la temporada de polen, es posible que sufras de esta alergia primaveral.
Tratamiento a la alergia al polen
Es importante consultar a un médico para confirmar qué tomar para la alergia al polen en cada caso. El alergólogo de Adeslas te realizará un diagnóstico para poder recomendarte el tratamiento adecuado.
Afortunadamente, para la alergia al polen hay remedios caseros que puedes tomar para aliviar los síntomas de la alergia, como:
- Consumir miel local puede ayudar a desensibilizar el sistema inmunológico al polen y funcionar para la alergia al polen como un tratamiento. Se cree que la miel contiene pequeñas cantidades de polen local, lo que puede ayudar al cuerpo a desarrollar una tolerancia natural.
- Beber varias veces al día infusiones de algunas hierbas como la manzanilla, la menta y la ortiga puede tener propiedades antiinflamatorias y antihistamínicas que ayudan a aliviar los síntomas de la alergia al polen.
- Realizar lavados nasales con una solución salina puede ayudar a limpiar las fosas nasales de polen y otros alérgenos, aliviando la congestión nasal y reduciendo la inflamación.
- Realizar inhalaciones de vapor de eucalipto pueden ayudar a descongestionar las vías respiratorias y aliviar la irritación nasal causada por la alergia al polen.
- Reducir el consumo de lácteos, alimentos procesados y azúcares refinados, así como aumentar la ingesta de alimentos ricos en antioxidantes y ácidos grasos omega-3, como frutas, verduras y pescado.
Tipos de alergia al polen
Dentro de la alergia al polen, hay tipos diferentes con síntomas específicos. Algunas personas experimentan rinitis alérgica, con congestión nasal y estornudos, mientras que otras pueden sufrir de conjuntivitis alérgica, manifestada por picazón y enrojecimiento en los ojos. Asimismo, hay quienes desarrollan asma alérgica, con dificultad para respirar y opresión en el pecho.
Es importante identificar el tipo de alergia al polen para poder gestionar los síntomas de manera efectiva y mejorar la calidad de vida durante la temporada de polinización. Los especialistas de tu seguro privado de salud se encargarán de hacer todas las pruebas necesarias para determinar qué tipo de alergia primaveral tienes y cuál es la mejor forma de tratarla.
¿Cuándo empieza la alergia al polen?
La fecha de inicio de la alergia al polen varía en función de factores externos como el tipo de plantas que haya en la zona geográfica en la que nos encontremos y sus tiempos de floración. Así como de las condiciones climáticas locales.
En algunas áreas, la temporada de alergia al polen puede extenderse hasta el verano o incluso el otoño, dependiendo de las especies de plantas que estén en floración en ese momento.
¿De dónde sale el polen?
El polen es fruto del proceso de reproducción de las plantas. Concretamente, se forma en las estructuras masculinas de las flores, conocidas como estambres. Desde los estambres, es trasladado hasta las estructuras femeninas de la misma especie de planta, como los pistilos, donde ocurre la fertilización y se produce la formación de semillas.
El polen puede ser transportado por el viento, por insectos, aves u otros animales, dependiendo de la planta y su método de polinización. Es en este momento, cuando el polen es liberado al aire, en el que puede ser inhalado por las personas sensibles, desencadenando reacciones alérgicas en algunas de ellas.
¿Cuánto dura la alergia al polen?
La duración de la alergia al polen puede variar según la región, el clima y el tipo de polen al que una persona sea alérgica. En general, lo máximo que suele durar la temporada de polen suele ser desde la primavera hasta el otoño, en función de las especies de plantas que estén en floración en una determinada área y el momento en que liberan su polen.
Además, las personas pueden experimentar síntomas de alergia al polen durante toda la temporada o solo durante ciertos períodos de tiempo, dependiendo de la sensibilidad individual y la cantidad de exposición al polen. Es importante consultar a un médico para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado si experimentas síntomas de alergia primaveral.